Banxico anda ‘bien pesimista’: efectos de inflación podrían empeorar, prevé
Los efectos de la inflación pueden agudizarse y puede haber perturbaciones adicionales, consideró el Banxico.
El Banco de México (Banxico) está preocupado por la presión inflacionaria, según revelan las minutas de la última junta sobre política monetaria.
La mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno consideró que hay mucha incertidumbre sobre cuánto tiempo tendrá que pasar para que los efectos de la alta inflación comiencen a bajar.
“La mayoría comentó que existe una elevada incertidumbre sobre el tiempo que tomará para que los efectos de estos choques (de la inflación) comiencen a desvanecerse y que no se puede descartar que se agudicen o que ocurran perturbaciones adicionales”, indica el documento publicado este jueves.
El Banxico destacó que entre los riesgos para que la inflación continúe al alfa están las presiones inflacionarias externas por la pandemia de COVID-19, así como la subida de precios agropecuarios y energéticos por el escenario geopolítico(como la guerra de Rusia en Ucrania), y la presión de los costos.
En un escenario menos pesimista, los miembros de la junta de gobierno consideraron que también hay riesgos a la baja.
“(Los miembros) apuntaron la posibilidad de que el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) tenga un efecto mayor al anticipado”, dicen las minutas. No obstante, uno de los subgobernadores consideró que el impacto de este plan sería solo marginal y relacionado al subsidio a las gasolinas.
Una baja en la intensidad del conflicto bélico internacional, el mejoramiento de las cadenas de suministro, afectadas por la pandemia, podrían ser también elementos que ayuden a la baja.
A pesar de estos posibles efectos positivos, la mayoría de los miembros del Banxico coincidió en que “el balance de riesgos respecto a la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico presenta un considerable sesgo al alza”.
Inflación, la más alta en 21 años
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) continuó con su tendencia alcista y registró una variación anual de 7.99 por ciento en junio del presente año, presionados por el aumento en los precios de la papa y otros tubérculos, pollo, loncherías y fondas, y naranja.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el INPC registró su nivel más alto desde enero del 2001, cuando se ubicó en 8.11 por ciento.
Dicho incremento se da luego de una desaceleración en 7.65 por ciento en mayo y 7.68 por ciento en abril.
Fuente: elfinanciero.com.mx | Sección economía del 7 de julio de 2022